No hay nada mejor que un cambio de estación, acompañado de un perfume diferente. Debido a que el olor que usamos puede representar una señal de identidad, cambiar de perfume es una manera de decir a los demás que nosotros mismos estamos cambiando.

El perfume es una parte importante de tu imagen personal y eso se refleja en la forma en que te ves y te sentís. Si querés saber por qué cambiar el perfume con el cambio de estación, te contamos las razones más relevantes para hacerlo ¡No te las pierdas!

Nueva estación, nuevo perfume: ¿Por qué es fundamental cambiar de perfume según la época del año?

Cuando las temperaturas disminuyen, uno se siente con ganas de cambiar la forma en que viste, ya sea por necesidad o por moda, lo que vale es sentirse bien con un nuevo look, que este refleje nuestra personalidad y que cumpla con las necesidades de temperatura que tiene el cuerpo. 

El otoño llega a pasos agigantados y con él, una nueva temporada de perfumes. Es el momento en el que comenzamos a cambiar los tonos más claros de nuestra ropa por los tonos más oscuros, así como nuestros perfumes. Es crucial escoger el perfume correcto para cada ocasión y estación del año y aquí te enumeramos 5 razones para hacerlo. 

Nos invita a un cambio de actitud

El olor de un perfume puede influir en la actitud de las personas, por lo que cuando cambia el clima, el olor del lugar también cambia e invita a un nuevo espíritu: La primavera, el verano y el otoño nos invitan a cambiar de actitud y de pensamiento. 

El frío del invierno nos dice que debemos ponernos campera, guantes y quedarnos más en casa. El calor del verano nos anima a disfrutar de la vida al aire libre y los aromas frescos son nuestra mejor forma de mantenernos despiertos. En estas épocas, los perfumes cada vez son más recomendables: Las personas quieren expresar su personalidad con un olor que les identifique con la estación y las particularidades que tiene esta. 

Cada estación del año huele diferente

La primavera es una época de flores y plantas. Es una estación fresca y suave, con el aroma de las nuevas flores que comienzan a aparecer. El verano es más cálido. Los perfumes son más ligeros y frescos, con un toque de limón o menta. 

Por su parte, en otoño, la lluvia cae sobre los árboles que van cambiando de color con el paso de los días. Las fragancias son más intensas y con notas de chocolate o vainilla. Cada estación del año tiene su propio aroma y puede ser divertido explorar la variedad que hay en el mercado.

La piel no es la misma ante temperaturas diferentes

La piel es nuestro barómetro, y cambia de acuerdo a las condiciones externas. Por ejemplo, cuando hace calor, se seca y pierde su elasticidad; por lo tanto, los aceites en la piel se descomponen más rápido. Para evitar que tus productos se descompongan o se oxiden demasiado, tenés que buscar un perfume que sea compatible con tu tipo de piel y se adapte a las condiciones climatológicas.

En invierno, uno tiende a permanecer más tiempo dentro, por lo que el cuerpo produce menos sudor, lo que significa que el perfume durará más. En el verano, es fácil exagerar con la cantidad de perfume que se usa porque el aire está caliente y cargado.

Las estaciones cambian nuestro estilo de vestir y muestran diferentes aspectos de nuestra personalidad

Cuando cambia una estación, la mayoría de nosotros deseamos cambiar nuestra imagen personal y por lo general elegimos ropa acorde a las necesidades de temperatura de nuestro cuerpo. El olor también juega un papel importante en nuestro aspecto exterior, ya que ayuda a definir nuestro estilo personal.

Cada tipo de piel tiene una personalidad propia y por ello también tiene una fragancia particular. El perfume es una de las cosas más personales que podemos llevar puestas. Puede ser un regalo de amor propio, una celebración de nuestra personalidad o una forma de expresar nuestra identidad.

Al no cambiar de perfume, con el uso frecuente dejas de apreciar los matices del aroma.

La forma más fácil de captar la esencia de un perfume es a través del olfato. Sin embargo, con la utilización continuada de una fragancia, el cuerpo se acostumbra a ella y pierde su capacidad de percibirla. Por eso, es fundamental cambiar cada tanto de perfume para que el cuerpo se desacostumbre y vuelva a percibir todos los matices de los aromas que tanto nos gustan. 

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Una de las primeras razones para cambiar de perfume según la estación, tiene que ver con que: Al igual que los árboles se secan y vuelven a brotar dependiendo la estación, tanto la piel, cómo la ropa, y los pasatiempos de las personas, no son los mismos en las diferentes épocas del año. Así que, cambiar de perfume es una buena idea para ajustarlo a las condiciones del momento. 

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